Este Mitsubishi Outlander que ha pasado por Motorflash es un SUV siete plazas con espacio para toda la familia. Ahora bien, ¿qué hace en tierra? ¿ y en asfalto?

Como siempre, al comienzo de cada prueba, dejo el vídeo con las sensaciones tratando de explicar lo que podría ser la conclusión de su prueba: Un SUV de carretera que transmite sensaciones de todoterreno al volante.

Vídeo de la prueba del Mitsubishi Outlander 2wd 220 DI-D

Prueba Mitsubishi Outlander, diseño y habitabilidad

Lo dicho, en cuanto te acercas descubres un diseño exterior que quizá no resulte tan atractivo como en versiones anteriores. Las llantas, son novedad se y pueden definir como un elemento atractivo muy bien escogido y que ya nos va diciendo: no soy un coche de campo; soy un coche diferente.

Ya en el interior, predominan los plásticos y algunas inserciones bien dispuestas. Hay que destacar la sobriedad interior que hacen agradable su habitabilidad. Todo dispuesto y decorado sin pretensiones, es sencillo y elegante. En donde los elementos son accesibles e inteligibles. Y, nunca podemos olvidar la mención cuando lo tiene, y es que en el maletero, además de dos plazas adicionales podremos disfrutar del bombeo del subwoofer.

Sí que destaca el diseño del cuadro de mando ya que se desmarca de un diseño tradicional o de mala calidad. Aporta un toque tradicional y dinámico gracias a las manecillas blancas sobre un rediseño del clásico cuenta vueltas y al diseño en colores del ordenador de abordo.

Experiencia de conducción del SUV medio de Mitsubishi

En cuanto a la experiencia de conducción debemos destacar el tacto del cambio que es acorde al diseño de su palanca. Esto genera una inserción de marcha algo dura pero no mala. Transmite, de nuevo, esa impresión de coche duro.

Destaca sobre todo, el trabajo del motor. Este diesel desarrolla 150 caballos y tiene un empuje sobresaliente. Además de realizar unos consumos bastante contenidos para un coche de este tamaño.

Centrándonos en la dinámica, es un coche que trabaja mucho el tren delantero y, por consiguiente, realiza un sobresfuerzo extra acusado en las ruedas delanteras. Recordemos: 150Cv y 380 Nm para mover un peso de 1605kg y una frenada motor sumada a unos discos superiores en el eje delantero –como es normal-. A esto hay que añadir el peso cuyo centro de gravedad recae sobre las ruedas delanteras durante el giro. Por estos motivos puedo augurar un desgaste notable en el neumático.

Las suspensiones resultan óptimas para el trabajo en asfalto mientras que en tierra me han parecido duras. Por lo general permiten un buen ritmo en carretera aunque es cierto que a veces en la entrada a curva tiende a caer en la zona delantera exterior como buen coche con altura libre al suelo. Aun con ese matiz, me parece un coche excelente en estos trámites. No ya en situaciones de aventura donde por 3.500€ más podemos optar al 4wd con consumos similares y prestaciones reales off-road.

En cuanto al equipamiento, debemos decir que si tenemos en cuenta la gran cantidad de extras que trae por un precio de poco más de 25.000€ y el motor que añade, se queda, como comentaba en el vídeo en el mejor SUV relación: calidad-precio-tamaño-motor (y quiero añadir) prestaciones y extras pero se salen de la relación directa, son añadidos muy positivos a tener en cuenta.

Conclusión: la alternativa al familiar

Este Mitsubishi Outlander con sus siete plazas –muy bien acabadas las de la última fila- se presenta como una alternativa ‘más cañera’ al coche familiar tradicional. Su experiencia de conducción es muy grata y el coche es manejable. Parece mentira la sensación de espacio y su capacidad 7 plazas óptima -a pesar de comerse el maletero al desplegarse- y es que es un coche de poco más de cinco metros de largo. Lo que tampoco creará muchas complicaciones añadidas a la hora de estacionar.

Mi compañero Ángel de Silva, probó el Mitsubishi Outlander 4×4 220 DI-D automático. (leer prueba).

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