Classic Auto 2016

Lo más interesante del Classic Auto

Classic Auto 2016

Este fin de semana se ha celebrado la VII edición del Classic Auto de Madrid y, en Motorflash, hemos tenido la suerte de asistir a su inauguración. Nada más llegar nos acompaña una llovizna bastante incómoda pero por suerte todo lo que hay que ver está dentro; en el recinto que ocupa 20000 m2.

Lo bueno de llegar un viernes a mediodía es que si bien nos encontramos con muchísimos aficionados, deseosos de recorrer sus pasillos, no se trata de aquella aglomeración de gente que te acaba agobiando, que te impide ver los coches y que hace muy difícil sacar alguna foto decente.

Lo primero que hacemos es subir a la primera planta donde se encuentran los vehículos que son solo para exposición y donde se celebran entregas de premios como la del Golden Car of the Year; cuyo primer premio ha sido para el Renault 5 de 1985. Según avanzamos nos encontramos con joyas como el Aston Martin DB6 de 1965, diferentes ejemplares de Jaguar de todos los colores, un espacio dedicado al 50 aniversario del Seat 850 y una exhibición de sus mejores modelos.

Seguimos el recorrido y vemos el Jaguar E Type Low Drag restaurado por la empresa Juan Lumbreras, modelos destinados para carreras (Racecraft), una variedad enorme de diferentes Rolls Royce –incluido un Rolls Royce Phantom de 1932- , algunos Porsche como el 911 Carrera Cabriolet o el 911 T, Mercedes en todas sus cilindradas –300 SL, 280 SL, etc-, caravanas antiguas de la marca Volkswagen y algunos de los primeros modelos de moto Vespa.

El vehículo que estamos deseando ver y el que despierta mayor expectación, a juzgar por la cantidad de gente que se arremolina a su alrededor, es el Ford GT40. Ganador del premio de Le Mans hace 50 años su versión en color azul es la que participó en la carrera pero el de color blanco también llama mucho la atención.

La segunda planta está dedicada por completo a un mercadillo, en donde se venden piezas de todo tipo, accesorios y complementos, que completa la actividad comercial que se celebra en la última planta. Aquí tiene lugar el conocido como Car&Bike Corral donde diferentes propietarios ponen sus vehículos clásicos a la venta a la espera de que algún coleccionista o interesado se haga con ellos. Uno de los clásicos que más nos ha gustado es un Mini Cooper de 1986 cuya carrocería es de un intenso color rojo.

Después de dos horas de dar vueltas y de impregnar cada vehículo en nuestra retina decidimos acabar la visita. Sin embargo nos espera una última sorpresa de la que no habíamos sido conscientes al llegar. Hay una inmensa hilera de Fiat, en todos los tamaños y colores, aparcados a la entrada. No sabemos muy bien qué hacen ahí pero nos ha parecido una maravillosa forma de acabar el espectáculo.