Sebastian Vettel ha logrado hoy la victoria en el Gran Premio de Abu Dhabi y, lo que es más importante, se ha convertido en el Campeón Mundial más joven de la historia de la Fórmula 1, con 23 años y 134 días. El alemán de Red Bull ha dominado a placer la última carrera de la temporada 2010, con un ritmo demoledor con los dos compuestos de neumáticos y una frialdad ejemplar al contener los ataques de Lewis Hamilton en algunas fases de la prueba.
De este modo, Fernando Alonso tendrá que conformarse con el subcampeonato mundial en su primera temporada como piloto de Ferrari, cuatro puntos por detrás de Vettel y diez por delante de un Mark Webber que termina la campaña con un sabor más agrio que dulce por su tercer puesto en el Mundial. No será tan amarga la situación de Alonso: pese a todo, se ha ganado la absoluta confianza de su equipo, y ha encabezado el resurgir de la Scuderia Ferrari tras su ‘annus horribili’ en 2009.
La clarísima superioridad de Vettel en este trazado de Yas Marina no bastaba para darle el título. Tenía que producirse un cúmulo de circunstancias adversas para Alonso y Webber que los alejase de las posiciones de privilegio, y eso es justo lo que ha sucedido durante las 55 vueltas de este Gran Premio de Abu Dhabi.
Las malas noticias han empezado con la aparición del coche de seguridad en la primera vuelta de la carrera, causado por un trompo de Michael Schumacher y el posterior envite de Vitantonio Liuzzi contra el coche del heptacampeón. El de Force India, en plena lucha en medio del pelotón, no ha sido capaz de esquivar a Michael y el inevitable choque entre ellos ha traído el primer momento inesperado de la carrera.
Varios pilotos han aprovechado la presencia del Safety Car para detenerse en boxes y montar los neumáticos duros en un circuito que apenas degradaba este compuesto. Entre ellos se encontraban Jaime Alguersuari, Nico Rosberg y, sobre todo, Vitaly Petrov, que más tarde se ha convertido en el auténtico verdugo de las opciones mundialistas de Alonso.
fuente: www.thef1.com
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