Aprovechamos que hoy se cumple 36 años del estreno de la película Grease, el musical en el cual no sólo las canciones tuvieron protagonismo, también los coches, para hablar del Ford de Luxe.
Grease es uno de los uno de los grandes musicales de la historia del cine, su banda sonora fue número uno en todo el mundo y llegó a vender 26 millones de copias.
La película, que fue dirigida en 1978 por Randal Kleiser, supuso la consagración definitivas de la pareja de protagonistas John Travolta y Olivia Newton-John (Danny y Sandy en la ficción) como estrellas de la gran pantalla.
Pero en Grease en Grease no sólo los actores son protagonistas, los coches también tiene un papel fundamental. Podemos disfrutar de una amplia galería de coches realmente míticos: el Buick Special, uno de 1956 y uno de 1957; Cadillac Series 62 de 1953; Chevrolet Blair del 56; Chevrolet Fleetline Special del 49; Dodge Cornet del 50; Ford del 48; Dogde Wayfire del 49; Dodge Custome Royal del 56; Ford de Luxe del 48; Mercury Custom del 49; Oldsmobile Super 88 del 53; Plymouth Savoy del 56 y Studebaker Comander Regal del 48. Pero sin duda, el número de uno de esta película fue el Ford de Luxe.
El Ford de Luxe en un elemento clave de la identidad corporativa de la marca “Grease”.
¿Cuantos coches conocéis con canción propia?, ¿y que además dicha canción suene en todas las fiestas en Nochevieja?, el único es el “Grease Lighting” de la película Grease, que así es como se llamaba el coche que ponían a punto Danny Zuko (John Travolta) y su pandilla.
Ford de Luxe
Los modelos de esta serie se inician en 1941 y terminan en 1948 que podríamos considerar como el fin del “viejo estilo” de la fábrica, abandonando los acabados en madera.
Esta serie de modelos se diseñaron con el propósito de convertirse en el coche familiar por excelencia, un automóvil de líneas “amables” construido para durar mucho tiempo.
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