Si aún existe un animal de campo que ha sabido evolucionar con el paso del tiempo sin perder esa esencia a barro y maleza, ese ha sido el Mitsubishi Montero. Acompáñanos en esta prueba en donde el enorme ‘Mitsu’ trepará crestas y nos acogerá entre sus crujidos y vibraciones. Un todoterreno de lujo y hosquedad, la viva imagen del que está por encima ‘a tres metros sobre el suelo, el fango y lo que haga falta’.

Como siempre, qué mejor que presentar el coche objeto de nuestra prueba de hoy que en un vídeo en el que puedas ver de qué es capaz este enorme tanque japonés. Podrás escuchar a sus cuatro cilindros enormes del 3.2 Di-D de 200Cv. Y es que ese es su motor, sin más preámbulo os dejo el vídeo antes de entrar a comentar los detalles de este último hombre en pié, este animal en extinción, el todoterreno puro de Mitsubishi: 1.400 Kg de fiera dispuesta a todo.

Lo mejor de este Mitsubishi Montero:

1) Comportamiento de todoterreno:

Como comentaba en el vídeo, lo que sabe hacer Mitsubishi muy bien es el propio coche. Y es que en una época -hace más de 15 años-  proliferaron estos salvajes monstruos capaces de soportar una ametralladora e ir a la guerra, con reductora, eje rígido trasero y demás… Ahora sólo nos queda el Mitsubishi Montero y el Toyota Land Cruisier, siendo en mi opinión el Montero el que ha sabido mantener esa esencia de peleón algo más.

En cuanto a la versión de siete plazas nos enfrentamos a un problema con la distancia de ejes y el ángulo de salida, y es que mientras que mantiene un ángulo de ataque de unos muy buenos 36º, el de salida se queda en 27º generando una diferencia notable y es que si ‘ahí’ puedes entrar, quizá tengas problemas con la parte trasera. También la mayor distancia de ejes genera un conflicto en el ángulo ventral que es de 158º. Es decir, que siendo un todoterreno excelente, si queremos que sea más que eso, habrá que acudir al tres puertas. La última pega de la amplitud de la distancia de ejes es que en la parte delantera puede chocar la rueda con la parte interior delantera del paso de rueda.

Muy positiva es la capacidad de vadeo unos 80cm límite. La gestión de tracción por parte de la reductora, la capacidad de bloqueo del eje trasero desde un botón del salpicadero inferior. Sus neumáticos mixtos trabajan bien -lógicamente, para una aventura seria habrá que recurrir a tacos-.

2) Evolución conservadora no revolucionaria (Estética, motor, sistema de marchas y bloqueos)

Me gusta cómo Mitsubishi ha sabido prorrogar este modelo sin perder el alma y espíritu que lo engendró. No sólo me remito al acabado estético, que a veces peca demasiado de hosco, también en lo que a mecánica se refiere, con este Di-D 3.2 tetracilíndrico de 200Cv que genera más de 400Nm logra transmitir su rudeza, especialmente al arrancar que hará sonreír a su poseedor al hacer vibrar levemente el coche para hacernos conscientes de la mala bestia que dormitaba en el vano.

Esto nos lleva al Motor, que responde de maravilla e insufla mediante el turbo para catapultar mediante su fuerza de empuje los 2.300Kg que pesa este modelo. Y es que en el vídeo -por escala mental humana- no somos conscientes de lo grande que es este todoterreno. Es más, los obstáculos se convierten en pequeñeces cuando lo vemos en el vídeo. Pero basta con que pensemos que la altura de este coche es de unos dos metros.

3) Equipo de audio

Quizá parece que pasemos a una parte más trivial de este todoterreno, pero como tiene esa parte de hobbie, siempre es bueno contar con una buena banda sonora para nuestras aventuras, y, por ende, el mejor equipo de audio. Y es que gracias al subwoofer alojado en el maletero, si se le aplica presión al botón del volumen eso parece un concierto.

4) Confort pese a su vocación todoterreno

Siempre y cuando no se trate de una carretera revirada o una rontonda, el Montero es, pese a su aparente y comunicada bruteza, un coche fino que, como es lógico, pecará en su comportamiento por curvas de asfalto debido a su altura libre al suelo. Pero es cómodo tanto delante como atrás. El cuero muy acogedor… eso sí, las dos plazas traseras del maletero no son suficientemente grandes para adultos, sí para niños. Quizá el adulto sufra en viajes largos pero puede realizar trayectos cortos.

5) Cámara de aparcamiento

Lógicamente encontrarás problemas de espacio en tu día a día. En la foto podemos ver los malabares que tuve que hacer en la plaza más holgada del parquing de Motorflash para poder colocar el enorme vehículo.

Lo que no me gusta de este Mitsubishi Montero

1) La posición del control de tracción:

El botón para desactivar el control de tracción y así poder disfrutar de la tracción posterior se encuentra pegado a la rodilla derecha fuera del campo de visión y de difícil acceso.

2) Conducción en carretera de curvas, lógicamente perjudicada:

Como ya comentaba en contraste a la comodidad destacable en rectas o grandes viajes por autopista.

3) Embellecedor trasero para el enganche de bola de remolque o sistema de remolque:

Os cuento la historia: primer día, comento a un compañero: ‘mira, este embellecedor no tiene sentido, se va a caer’ segundo día -tras el vadeo espectacular del río, me pregunto: ‘¿Por qué no guardé el embellecedor en la guantera?‘ Pero bueno, tenía que comprobarlo yo para que sus futuros usuarios lo guarden en la guantera o instalen la bola para no tener esa parte ‘fea’.

4) La distribución del salpicadero y algunos elementos (sí y no)

En principio no me disgusta ya que refuerza la piel del guerrero en el que estamos marchando. Si bien, cuando te paras a pensar en el precio de la unidad, echas en falta una mejora en plásticos, que son hoscos y duros, una revisión a los botones del climatizador  que siendo de aspecto hosco transmiten poca calidad. Y es que esos se manifiestan más como elementos ‘cutres’ si lo comparamos con las exquisitas inserciones metálicas de las puertas y algunas zonas del salpicadero. Demuestra aquí un conflicto: ¿todoterreno o coche de lujo-todoterreno? Creo que no lo tienen aún muy claro.

5) La historia del ‘volante bimasa del embrague’

Este modelo ha presentado dicho problema en sus primeras generaciones del Di-D 3.2. Según Mitsubishi ya está resuelto, os invito a investigar en foros para conocer mejor la historia. En resúmen, estos primeros modelos acababan teniendo dicha avería -cosa de 1.800€-. Como ya he dicho, se supone que está solucionado. Pero es una lástima y hago constar esta historia -que considero superada- como un lastre de imagen con el que Mitsubishi tendrá que lidiar en sus futuros modelos aunque sean auténticas maravillas de la ingeniería.

 

Conclusión: ¿Compramos este Mistubishi Montero?

Es una muy buena compra para disfrutar del campo en serio. Cuesta unos 43.000€. Es bueno para fincas y requerimientos off road. Si sólo va a ser destinado a carretera no merece la pena. Da lo mejor de sí fuera del asfalto y, por consiguiente, hay mejores alternativas para asfalto que no lo son fuera del mismo.

El familiar es peor off-road que el 3 puertas por la distancia de ejes, pero también cabe toda la familia, cosa positiva, y amigos, claro.

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Eugenio Domenech

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