Si existe algo, relacionado con el mundo de la electrónica, que a todos nos gustaría cambiar o mejorar es la cantidad de tiempo que duran las baterías de los objetos y lo que tardan en recuperar toda la carga. Es ley de vida, nada dura para siempre, y aunque se han hecho muchísimos progresos nunca acabamos de estar contentos del todo.
Los vehículos eléctricos son los que más quebraderos de cabeza nos han dado. La mayoría de nosotros es consciente de la necesidad de sustituir nuestros coches de combustión interna por estos últimos -la atmósfera depende en gran parte de ello- pero las actuales autonomías no son muy halagüeñas y los tiempos de carga que necesitan desaniman mucho.
Todo eso podría cambiar en poco tiempo gracias al grafeno
¿Qué es el grafeno? Es un compuesto de carbono, obtenido a partir del grafito, con una alta conductividad eléctrica y térmica.
La empresa española Graphenano junto con su recientemente adquirido socio chino, la empresa Chint, tiene intención de producir, en su fábrica de Yecla (Murcia), 80 millones de celdas para componer baterías de grafeno que estarán listas a partir de octubre de 2016. La producción de las primeras celdas está prevista para los meses de enero y febrero. Estas baterías no solo tendrán su aplicación en automóviles sino también en móviles, aviones, bicicletas, drones, en el hogar, etc.
Este proyecto, que no habría sido posible sin la colaboración del grupo de química de la Universidad de Córdoba, ya ha conseguido desarrollar baterías para vehículos con una autonomía de 800 km y que se cargan tres veces más rápido de lo que lo hacen las baterías de ion-litio equivalentes. En condiciones óptimas, es decir en enchufes de alta densidad, necesitarían apenas 5 minutos.
Las cifras desveladas hasta el momento nos hacen plantearnos la posibilidad de que estamos al frente de la tercera revolución industrial. A igualdad de peso que las baterías de ion-litio las baterías de grafeno incorporadas en el Renault Zoe le permitirían una autonomía de alrededor 640 km frente a los 210 km de los que disfruta en la actualidad. El Ford Tesla Model S podría triplicar su autonomía e incluso más; de 334km a 1013km. El Nissan Leaf la duplicaría.
Por si todo esto fuera poco parece ser que el coste de trabajar con grafeno es hasta un 77% más económico que la producción con litio. Por lo tanto esto podría abaratar considerablemente el precio de venta al público una vez estén listas.
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