La semana pasada ocurrió un hecho insólito en el mundo del motor que ha causado tres heridos leves, un gran susto a números transeúntes y vecinos y mucho revuelo en la red. Todo el revuelo que se está causando es por la corta información que suelen dar los titulares, que más de uno parece indicarnos que el vehículo ha explotado por ser híbrido, una tecnología todavía creciendo, gran desconocida en su funcionamiento por parte de la mayoría de la población y que con una mala comprensión de la noticia se puede llegar a pensar que no es muy fiable o incluso peligrosa.
Nada más lejos de la realidad, ya que este Toyota Prius no ha sufrido este accidente por ser híbrido, podría haberle pasado a un vehículo convencional, ya que el problema ha sido causado por la transformación a GLP que se le había realizado.
Las transformaciones a GLP de los coches de gasolina, o incluso los modelos con este sistema ya de serie no son muy comunes en nuestro país, pero fuera de nuestras fronteras se está utilizando cada día más ya que reduce mucho las emisiones y tiene un pequeño ahorro en gasto de combustible para sus propietarios.
Centrándonos en el accidente, como la mayoría, ha sido un cúmulo de catastróficas desdichas como se suele decir, ya que han sido varios los desencadenantes del mismo.
La primera de las desdichas es que al realizar la transformación a GLP por parte de un taller autorizado a ello y con gran experiencia, se detecta que hay un elemento del sistema defectuoso, y que sin este elemento no puede funcionar correctamente con seguridad, así que deciden anular el sistema y citar al dueño una semana después para sustituir la pieza cuando la recibiesen por recambios.
La segunda de ellas es que a la semana siguiente la pieza continuaba sin llegar al taller, y el propietario del taxi decide utilizar el sistema por su cuenta y riesgo, como informa al taller, y manipula el sistema para ponerlo en funcionamiento pese a la pieza defectuosa.
La tercera es muy importante, ya que la pieza en cuestión es la válvula que controla el llenado del depósito gas, algo fundamental para la seguridad del sistema, ya que si esta válvula limitadora no funciona correctamente, se puede cargar dentro del depósito más cantidad de GLP de la que es aconsejable.
La cuarta es el repostaje que realizó el taxista, que con la válvula defectuosa cargó más gas del que debiera ya que no informaba bien al sistema electrónico que controla la inyección, produciéndose una sobrepresión en el depósito.
Con todos estos factores juntos ya solo había que esperar a que el gas se fuese calentando dentro del depósito por la temperatura ambiente, aumentando cada vez más de presión, hasta que el depósito no lo soportó y explotó a los pocos minutos del repostaje.
Por hacer una comparación casera, ha sido como taponar una olla expres, llenarla de agua y ponerla al fuego. El agua pasa a vapor, el vapor aumenta cada vez más de presión y al no poder escapar, rompe el acero de la olla y sale de manera violenta en una explosión, que afortunadamente no ha sido como en las películas, con una gran llamarada, sino solo el gas saliendo apresuradamente.
Como hemos visto, nada tiene que ver que el vehículo sea híbrido o no, ya que la parte eléctrica no ha tenido nada que ver en los hechos, como parece que ha sido cuando se leen algunos titulares al respecto.
Toyota enseguida ha puesto la noticia a disposición de todos informando que el sistema híbrido no ha tenido nada que ver, y que desaprueba este tipo de transformaciones de sus vehículos, ya que no las tiene homologadas, incluso anulan las garantías de los coches convertidos a GLP, al menos la parte relacionada con el motor, que es donde hay que realizar algunos cambios para pasar de gasolina a GLP.
Han mandado un técnico a supervisar el vehículo y no dudo que en breve nos darán más información sobre el accidente fortuito que ha ocurrido en Barcelona.
Esperamos que el susto ya se le haya pasado al dueño y demás transeúntes que sufrieron en accidente, y viendo las imágenes, dudamos que este taxi vuelva a circular por las calles de Barcelona, seguramente su último viaje será en una grúa hacia algún desguace de la ciudad condal.
Os dejamos un vídeo de La Vanguardia con los testimonios de algunos testigos e imágenes del vehículo:
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