Opel en el Salón Internacional del Automóvil de París 2010

Rüsselsheim. Mark Adams, Vicepresidente de Diseño de Opel, dio a su equipo el briefing sobre lo que quería: “Enseñarme la parte más emocional del nuevo lenguaje de diseño de Opel, ‘el arte escultural se une a la precisión alemana”. Y el resultado de lo que han creado, el coche de concepto GTC París, se mostrará por primera vez en el Salón Internacional del Automóvil de París 2010 (del 2 al 17 de Octubre).

Pisándole los talones a la nueva generación del Astra Sports Tourer que también se presentará por primera vez en el Salón Internacional del Automóvil de París 2010, el GTC París es el siguiente paso en la definición de las formas de la nueva gama de Opel.

Lo que ha inspirado en parte la visión del concepto se deriva de una frase de la famosa novela de Richard Bach, Jonathan Livingstone Seagull “… y la velocidad era pura belleza”. Esta frase evoca el carácter del vehículo con líneas marcadamente dinámicas, superficies bellamente esculpidas y una silueta ancha y musculosa. Este compacto de tres puertas es atrevido aunque puro y con una presencia muy icónica. El GTC París ha sido concebido para ser un “dream car” asequible que ofrece la precisión e innovación de la ingeniería alemana, unido a un diseño que llama la atención.

“Queríamos expresar el lado más emocional de la marca Opel y creemos que este coche crea el impacto visual apropiado para reforzar nuestro dinámico carácter deportivo”, ha dicho Mark Adams.

Distintivamente un nuevo Opel – con un emocional tributo a las prestaciones

Con 4,46 metros, el GTC París es del tamaño ideal para ser un compacto coche deportivo, pero aún ofrece espacio para cinco ocupantes. La mayoría de los coches icónicos se diseñaron partiendo del lateral. Muchos de ellos pueden ser trazados con dos o tres líneas drásticas. Y, así ha sucedido también, con el nuevo coche de concepto de Opel: En su perfil, los diseñadores han llevado al límite la tensión limitando el número de líneas en el GTC Paris. Parecidos a los tendones de un corredor, esas líneas crean tensión y ofrecen una forma escultural. También sirven como base en las que los elementos destacados y las superficies reaccionan y se unen a las ruedas en una estampa muy atlética.

La forma de álabe característica de Opel se introduce en la misma dirección en la que apareció por primera vez en el Insignia – un suave pliegue a lo largo de todo el estribo lateral. Una segunda línea recorre desde la manilla de la puerta hasta la parte trasera, destacando la silueta deportiva del vehículo diseminando las superficies hacia un fino corte en la marcada línea de cintura. La tercera línea que sigue la silueta del techo está acabada en aluminio pulido acentuando la línea de las ventanillas, lo que guía la vista hacia el spoiler integrado de forma acentuada.

El frontal es limpio aunque lleno de carácter e incorpora el típico pliegue central de Opel. Además está más acentuado por unos exagerados faros delanteros muy finos en forma de ojo de águila que actúan como paréntesis entre la refinada barra cromada con el logo y la dramáticamente baja parrilla delantera trapezoidal que destaca su carácter deportivo. Las características luces diurnas de LED están perfiladas con piezas cromadas cuidadosamente talladas que en sí mismas ya son una pieza escultórica.

La ancha silueta está acentuada por la parte trasera, donde las proporciones del coche son más imponentes. Esto queda aún más destacado por los pilotos traseros LED incorporando alargados grafismos nocturnos en forma de “ala”.

Las innovadoras tecnologías mejoran las prestaciones

Lo mejor de la tecnología de Opel para coches compactos se ha llevado al nivel más deportivo en el GTC Paris. El chasis tiene un diseño especial con una silueta ensanchada. Incorpora un eje trasero compuesto con el exclusivo sistema de Opel de timonería de Watt, y una nueva ejecución del sistema adaptativo de chasis electromecánico FlexRide y un diferencial autoblocante electrónico en el eje delantero. El GTC Paris se agarra al suelo con unas dinámicas llantas de 21 pulgadas.

El propulsor del GTC París  es un 4 cilindros, 2.0 litros Turbo con inyección directa, que ofrece la máxima potencia y par motor. Está equipado con tecnología Start/Stop, demostrando que los conductores pueden disfrutar de unas altas prestaciones con la máxima eficiencia en el consumo de combustible en condiciones de tráfico urbano. La transmisión es una caja de cambios manual de seis velocidades.