Hace unos días saltó la noticia de la colocación de un radar entre dos contenedores de basura en Leiro (Ribadumia), en la carretera que une Mosteiro con Ponte Arnelas, limitada en una gran parte a 50 kilómetros por hora.
Al parecer, algunos de los pocos vecinos que utilizan esta carretera vieron el dispositivo, colocado por la Guardia Civil situado, entre dos contenedores verdes de basura en un tramo recto, el que es habitual ver vehículos circulando a una velocidad superior a los 50 kilómetros por hora, a pesar de que hay algunas bandas de tacos como reductoras de velocidad.
Aunque este tipo de prácticas nos salgan de ojo, según los expertos las normas de tráfico no establecen la obligatoriedad de avisar de la presencia de un control de velocidad, ni a que estos estén en un vehículo estacionado en el arcén.
Pero este no es el único caso en nuestro país de un radar colocado fuera de los sitios habituales. El pasado mes de mayo la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) presentó un escrito ante el jefe del sector de tráfico de Sevilla pidiendo la apertura de una investigación por la forma de actuar de, al menos un componente, del radar del Subsector de Tráfico de Huelva que para evitar que los ciudadanos puedan advertir la presencia del vehículo, lo sitúa fuera de la calzada, con el capó levantado y simulando una avería.
España no es único país en el que se están colocando radares en sitios tan insospechados, parece que la colocación de estos aparatos en contenedores de basura es una práctica habitual en todo el mundo. La fotos mostradas a continuación pertenecen a Canadá,Alemania y Suiza.
Síguenos en / Síguenos en
¡Síguenos y disfruta del motor!