Recorrió gran parte de las instalaciones de SEAT en Martorell, pisó de cerca las líneas de montaje y conoció algunos de los secretos mejor guardados de la compañía automovilística: sus futuros modelos. Pero la mayor sonrisa de Felipe VI durante toda su visita vino por una agradable sorpresa. El Rey se reencontró con el que fue su primer coche: un Ibiza 1.5 de color dorado metalizado que su padre, el rey Juan Carlos, le regaló cuando cumplió los 18 años en enero de 1986.
SEAT recupera y restaura el coche del Rey Felipe VI
Emocionado al verlo, el coche despertó en el Rey alguna carcajada. “Supongo que ha recordadosu primer coche, su época de estudiante, sus 18 años…”, explica Isidre López, responsable de Coches Históricos de SEAT, cuyo equipo ha llevado a cabo un laborioso trabajo de restauración, ya que cuando se recuperó tenía 152.000 kilómetros y hacía más de 16 años que no se ponía en marcha.
En la época que se fabricó, el coche era muy avanzado a su tiempo ya que llevaba un motor de inyección y aire acondicionado, dos años antes de que estos elementos se introdujeran en los coches de producción. Para el equipo técnico que se ha encargado del proceso de restauración, lo más dificultoso ha sido poner en marcha todo el sistema de alimentación e inyección de gasolina puesto que llevaba muchos años sin circular. Además, han llevado a cabo trabajos de pintura integral, tapizados, neumáticos y llantas, algo que da al coche“una personalidad singular”. De hecho, “esun Ibiza único, muy especial y hecho a medida”, apunta López. Un ejemplo de ello es que incorpora asientos especiales a la altura de Felipe VI.
“El esfuerzo ha valido la pena”, sostiene López y su equipo, tras comprobar la reacción del monarca. Durante la visita, el Rey se llevó un recuerdo entrañable al rememorar su juventud, y, por su parte, SEAT ha incorporado otra joya en su colección de más de 250 coches históricos.
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