Hace unos días os ofrecimos la prueba estática del urbanita Toyota Aygo y prometimos la prueba dinámica que a continuación os ofrecemos. Además, no solo lo hemos probado en su entorno natural, la ciudad , sino que lo hemos sacado de la urbe, circulado por distintos tipos de vías, con todo tipo de tráfico y hemos quedado muy contentos con la Prueba al Toyota Aygo por las grandes posibilidades que ofrece este chiquitín de Toyota.
Puesto de Conducción del Toyota Aygo
Al llegar al coche ya te das cuenta de sus dimensiones reducidas, pequeñas ruedas, bajo de altura libre al suelo, bajo de techo, y te preguntas ¿Cabremos bien cuatro personas? ¿Será cómodo? y abres la puerta, te sientas, y dices, pues si, es pequeño pero espacioso dentro de lo que cabe… El asiento no tiene sujeción lateral ni regulación en altura, pero es cómodo y ancho, con el reposacabezas integrado y un estilo peculiar y moderno. Todo está a mano, pantalla del navegador, controles del equipo de sonido y climatización. La visibilidad del cuadro es muy buena, por debajo del volante, gracias a su gran velocímetro donde lleva integrados todos los testigos luminosos y una pequeña pantalla LCD para el odómetro. No equipa ordenador de abordo, así que no hay posibilidad de medir consumos, velocidades medias….etc. El cuenta revoluciones está situado encima del velocímetro, así que su visión es por encima del volante, otro detalle mas de originalidad y que te permite controlar las revoluciones sin apartar mucho la vista de la carretera.
Los mandos de la climatización son manuales, ya que solo equipa aire acondicionado, pero sus mandos retroiluminados quedan muy bien en la parte central de la consola, y son cómodos de utilizar con dos palancas laterales de desplazamiento vertical para controlar los aireadores y la temperatura del aire. En el centro, una rueda para las cuatro posiciones del ventilador interior, todo muy simétrico, sencillo e intuitivo.
La manilla de la puerta es cómoda y cercana, y solo dispone de un mando para el elevalunas, es imposible controlar la ventanilla del copiloto desde el puesto de conducción, además, los elevalunas no son secuenciales, con lo que si quieres subir o bajar del todo la luna, tendrás que estar con el dedo en el mando. Creo que este ha sido el único detalle que no me ha gustado demasiado, espero que el nuevo modelo que saldrá el año que viene si equipe secuenciales, aunque continúe sin mando del acompañante en la pletina del conductor.
Acompañantes.
El puesto de copiloto es más amplio que el de otros vehículos urbanos de su segmento, la verdad es que puedes llevar las piernas casi estiradas del todo sin necesidad de llevarlo al fondo de su recorrido horizontal perjudicando a las plazas traseras. Tienes a mano la pequeña guantera, el navegador y radio CD. Las dos plazas traseras también sorprenden, porque no son pequeñas del todo, tiene sitio para las rodillas de dos adultos perfectamente y su banqueta trasera va equipada con reposacabezas graduables. Al ser un vehículo homologado como cuatro plazas, al ocupar las dos traseras continua quedando un pequeño hueco en medio separando a los pasajeros y dando mas sensación de amplitud. Tiene la posibilidad de plegar los respaldos sobre la banqueda para darle mayor amplitud al maletero con dos tiradores accesibles desde la parte trasera. El movimiento es sencillo y nos queda libre el espacio de los pies de las plazas traseras por debajo del respaldo.
Caben perfectamente dos sillas de niños y un montón de peluches y juguetes en el medio, además, pese a lo reducido de la puerta trasera, se suben de una manera cómoda al ser un coche bajo y tener sitio entre el asiento delantero y trasero para que ellos “escalen” a su silla.
Circulando por ciudad.
Al arrancar y escuchar el motor a ralentí, ya notas que es tricilíndrico, muy bien equilibrado, puesto que no vibra demasiado, pero ese ronroneo particular de los motores de tres cilindros se hace notar, solo un poco, y no es de ninguna manera desagradable, solo distinto. Además, nos tendremos que ir acostumbrando a ello, porque cada vez más modelos y más marcas ofrecen este tipo de motorizaciones de gasolina con un cilindro menos de lo habitual en nuestro país.
La gran ventaja, el aparcamiento, no solo porque quepa en huecos pequeños, sino porque es muy fácil maniobrar con él, tiene un radio de giro pequeño y un buena visibilidad en la parte trasera a la hora de aparcar. En dos maniobras aparcas perfectamente acostumbrándote a sus medidas enseguida.
Pero no es la única ventaja, también hay que mencionar su agilidad, ya que pese a tener poco par motor, en marchas cortas tiene muy buena salida y aceleración, es lo bueno del poco peso total que tiene. Tiene también muy buena visibilidad delantera y lateral pese a llevar los pilares delanteros cerca y la visión por los retrovisores exteriores es excelente, sin ningún tipo de punto muerto, cosa que en una ciudad con tanto tráfico como Madrid y con todos los conductores con prisa se agradece mucho y te da una gran seguridad.
La suspensión también se porta muy bien en ciudad, sin balanceos al salir de una curva, sin cabeceos importantes a la hora de acelerar y frenar y absorbiendo muy bien los badenes urbanos para reducir la velocidad, sin rebotes al abandonarlos.
El recorrido del embrague es realmente corto, lo pisas hasta el fondo enseguida, lo que lo hace muy cómodo a la hora de atascos, semáforos y circulación urbana donde vas continuamente cambiando de velocidad, un buen detalle para un vehículo urbano, que además va acompañado del recorrido de la palanca de velocidades, también con recorridos cortos y tacto suave que te permiten realizar el cambio enseguida.
El consumo homologado en ciudad es de 5,1l, y pese a no tener ordenador de abordo, le he calculado unos 5,5l a los 100 Km, incluyendo varios atascos, semáforos y circulación lenta urbana, lo típico en una gran urbe y para lo que está diseñado este coche.
En autopista y carretera.
Cuando sales a carretera o autopista con el pequeño Toyota Aygo te sorprende, acelerando muy bien hasta los 120 km/h y manteniéndolos sin problemas al enfrentarse a una cuesta prolongada y con buena inclinación, pero a partir de 100 Km/h y en quinta velocidad notas que no tiene mucho par disponible para adelantar, te obliga a reducir a cuarta si quieres terminar la maniobra cuanto antes, pero para estilos de conducción tranquila, puedes subir a quinta sobre los 100Km/h y olvidarte de volver a cambiar en todo el camino.
Si aparecen algunos ruidos aerodinámicos cuando sales a carretera, sobre todo si hace viento, pero reconozco que me di cuenta de este detalle al quitar la música que llevaba puesta, sino, ni me hubiese enterado.
En tema de consumos no anda muy lejos del urbano y si un poco del homologado, que es de 3,8 l/100Km. Le he calculado sobre los 5,1 l en 100Km, cifra que la verdad no está nada mal. Además, con el aire acondicionado conectado no se dispara mucho el consumo como suele suceder en vehículos de pequeña cilindrada, puesto que monta un compresor de climatización de paletas, parecido a las antiguas bombas de aceite, en vez de los clásicos de émbolos que perjudican más el par motor y aumentan en mayor medida el consumo.
En carretera sobre los 90 Km/h es donde me sentía más cómodo conduciendo, así que si tenéis que desplazaros entre pueblos o ciudades cercanas por este tipo de vías, es una buena opción de compra. La razón de que me sintiese tan cómodo sobre esta velocidad es la combinación revoluciones motor-par, ya que puedes circular en quinta bajo de vueltas sin necesidad de par y velocidad constante, y reducir a cuarta para adelantar sin que sobrepases las 3500 vueltas, zona donde el ruido del motor ya es bastante apreciable dentro del habitáculo.
Conclusión.
Es un vehículo pequeño, ligero, con buena salida desde parado, ágil, cómodo por dentro y cómodo de conducir, económico en consumos y mantenimientos, lo que lo hace ideal para ciudad sin perder la posibilidad de salir a carretera o autopista. Para viajes largos ocasionales de dos personas con mucho equipaje también me encaja, pero con cuatro personas y equipaje se hacen notar los 68 Cv, quedándose un poco cortos a la hora de subir puertos o cuestas prolongadas.
¡Síguenos y disfruta del motor!