La propuesta del Aygo se renueva con más personalidad y con muchas mejoras. Nos llega un coche ‘manga’ que, lógicamente, no va a pasar desapercibido.

Debido a la alianza con el grupo PSA –Peugeot Citroën– recomiendo también las lecturas de la prueba del Peugeot 108 –donde se describe las diferencias entre modelos- o la realizada por mi compañero Angel del Citroën C1. Pero antes, como es costumbre en Motorflash, demos un paseo en el Aygo para conocer sus virtudes y defectos:

Prueba y opiniones del Toyota Aygo X-Cite

Exterior y acabado X-Cite

Como he señalado en el vídeo y ya habréis podido apreciar en las imágenes, estamos ante el coche más juvenil de la propuesta conjunta de PSA-Toyota para su urbano. Este coche naranja viene definido por una gran X en el morro de aspecto Manga. Se trata del acabado x-cite, quizá la terminación más juvenil, por el momento. Otros acabados que se encuentran en venta son el x-play y el x-clusiv.

–Ver acabados y opciones-

Destacan del exterior en este acabado las llantas negras con el logo de Toyota superpuesto a un clip naranja, ese color tan llamativo –que en las fotos el sensor de la cámara no ha sabido comunicar bien-. Toyota lo sabe y así lo propone: Mejor un diseño que enamore a una mitad y que lo rechace la otra, a hacer un diseño que no enamore a nadie.

Interior de este Aygo X-Cite

Destacan de este acabado los asientos de cuero y el buen tacto del volante.

Pegas: que los elevalunas eléctricos no son automáticos –ni tan sólo para el conductor-, algunos plásticos dan la sensación de no estar bien encajados, una sensación, no están mal colocados, es en la forma en la que puedes tirar de ellos y doblarlos la que hace que no me convenzan.

Como pros, el sistema de pantalla táctil multifunción x-touch, es una gozada. Realmente intuitivo y con un diseño exquisito. Además, incluye cámara de aparcamiento –para quien la necesite en un coche tan pequeño-.

En las opciones que nos oferta Toyota vemos que aún le queda por crecer al modelo: por ejemplo, no tiene aún techo convertible como sus hermanos franceses. Cosa que muy de por seguro llegará, así que si te gusta el modelo pero lo quieres descapotable, espera un poco o pregunta…

A mi parecer, también se podría realizar una versión sport basada en el de rally que yo, por amor a Toyota y al arte, pondría barata. Que las personas eficientes paguen su coche cómodo de marchas largas y acabados eco. Que los ‘deportistas’ paguemos menos por menos peso, suspensión más incómoda y marchas más cortas y peores consumos y reivindiquemos la importancia de la diversión. Y es que con 860kg y 69Cv en cuanto lo preparemos un poco es algo bueno que hay experimentar… Y es que, muchas personas confunden deportivo con ‘bólido’ y no estoy de acuerdo.

Bueno, al coche que es a lo que hemos venido: Experiencia de conducción

Cuando cogí el coche por primera vez, me sorprendió que realmente no me encajara mucho con la impresión que tengo de un Toyota. Sí que es verdad que frente al Aygo anterior este es más personal, no tan ‘femenino’ –entendedme- y con mejor habitabilidad en el interior al disponer de más altura. Y es que es un coche que arriesga, que no se queda en hacer un coche urbano sino que busca aportar.

¿Eficiencia o diversión?

Pues bien, mi problema principal fue que arranqué su 1.0 (999cc) de 69Cv tricilíndrico atmosférico que se puede revolucionar mucho y pese a esto me sorprendió la falta de ‘gracia’ debida a una relación de marchas larga. Creo que este es el tema que más penaliza a la experiencia de conducción –que no a la eficiencia y a la comodidad– y es encontrarte con una primera que se alarga perezosamente hasta los 60km/h y una segunda que ¡te puede poner en casi 110km/h!

A ver, tiene su gracia, y es que es verdad que un 1.0 no es un motor para correr, pero sí que se agradece de un coche así la virtud de la agilidad que puede aportar una relación corta –podría ser una opción a elegir por el consumidor-.

Esta opinión anterior es personal, realmente Toyota cumple fielmente con lo que propone: un coche ligero, económico y juvenil. Pero para entender esto, mientras circulaba, tuve que acudir a un concesionario Toyota a preguntarles que en lo personal el coche no me terminaba de convencer.

Lograron hacerme ver el otro tipo de público que busca un coche así. (Para mí salió la propuesta de realizar el reportaje al coche de Rally y es que parece que haya un Aygo para cada persona –veremos si se cumple-).

La dirección es cómoda, pero muy blanda –pro del confort-, el coche se maneja muy bien en su paso por curva gracias a su ligereza. El cambiar las ruedas de tu coche no será una pesadilla nunca más. Quizá el sonido del motor se entrometa en al cabina más de la cuenta. Como última pega, en cuanto ponemos el aire acondicionado, a parte de que es ruidoso, el motor se ‘cae’ a 4.000rpm. cuando le exigimos que nos de más velocidad.

Comprarse un Toyota Aygo

Dentro de sus acabados permite personalizaciones para que cada cual tenga un Aygo, además, cuenta con el apoyo de una firma que sigue creciendo y mejorando: Toyota. Y con gran cantidad de clientes satisfechos y la seguridad que Toyota aporta, creo que si alguien quiere un urbano acudirá a la compañía de la T a preguntar por el Aygo antes que ir a Peugeot o Citroën.

La garantía de 3 años es otro motivo que fomenta la compra de este cochecito que puede cumplir bien su función como segundo coche o para jóvenes -ya que cuenta con cinco puertas y no es muy sacrificado viajar atrás pero sí que se achaca en el maletero donde encontramos 168 litros.

Actualmente el Toyota Aygo tiene unas condiciones de financiación muy a tener en cuenta, además ahora con unos descuentos que lo dejan con un buen acabado entorno a los 10.000€.

Ficha técnica, rivales, precios…

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Eugenio Domenech

eugenio@motorflash.com