Este fin de semana Jose María Giménez, defensa del Atlético de Madrid acudió con su flamante BMW i8 al cine. Y al llegar al Equinoccio, en Las Rozas, Madrid sorprendió con su coche deportivo y con el uso que le daba. 

No se suelen ver muchos deportivos i8 por la calle, al menos a día de hoy la salida de la crisis no ha sido tan grata como para darse el caso. Es por eso que, entre las personas que estaban en las terrazas o los jóvenes que paseaban con sus amigos, se armó un revuelo:

El BMW i8 del futbolista uruguayo José María Giménez

Un deportivo azul en modo eléctrico surcaba silencioso a lo largo de las plazas de aparcamiento. ‘Tiene que ser un futbolista’, pensé. Y acerté. Esta noticia no tendría interés de no ser por la sorpresa que nos dio el defensa del Atlético de Madrid.

Su mujer se bajó del coche -abriendo de manera sutil ambos las puertas al más puro estilo alas de gaviota- y ya les rodeaba un grupo de chavales jóvenes haciendo mil fotos. Entonces, para mi sorpresa, saca a su hijo de la plaza trasera en donde una sillita homologada para el transporte infantil, anclada como lo manda la ley.

El i8 tiene espacio para sillita en las plazas traseras. -Y anclaje ISOFIX-.

Y no queda todo ahí, es que su mujer, sacó ágilmente el carrito del niño de las plazas traseras del BMW i8. Y es que en este coche ¡hasta cabe el carrito del niño!

Lo que significa que cuando -a todos nos vaya mucho mejor- queramos comprar un i8 podemos defender ante nuestra mujer que cabe hasta el carrito. Y que si Giménez vive así de feliz y en familia, ¿Por qué no yo?

Conclusión sobre el i8 familiar (el mismo pero con este uso)

A ver, realmente el i8 no goza de un generoso espacio… es mínimo y de emergencia para niños de -hablando de tamaño- hasta 12 años. El respaldo es vertical y casi no deja estancia para las piernas. Pero es gracioso ver cómo al final, si queremos un i8 y tenemos que meter niño y carrito, poder podemos. Tampoco es necesario a la fuerza que tengamos que renunciar a él por un Peugeot 508 SW. (Con muchos peros. Me quedo con la anécdota del familiar i8 para cuando quiera comprarme un ‘biplaza’ y mi mujer me diga que sea racional). Por cierto, el carrito no cabría en el maletero, es demasiado pequeño: 154l.

Eugenio Domenech