Hace mucho, mucho tiempo, en una fría noche de diciembre de 1926, cuatro “mosqueteros” italianos crearon la, que a día de hoy seguimos conociendo como, Mille Miglia. Giovanni Canestrini y sus tres amigos, Franco Mazotti, Aymo Maggy y Renzo Castagnet, se sentaron juntos a una mesa y cuando se levantaron tenían entre sus manos el primer boceto del recorrido de la carrera.

Formaba como una especie de ocho que saliendo de Brescia, y pasando por el mayor número de localidades posibles, llegaba hasta Roma para volver al punto de partida. 1600 kilómetros de trayecto pensados para una competición de automovilismo en la que se corría con los últimos modelos que sacaban las marcas del momento en lugar de con coches de carreras.

En total fueron 30 años de inmensa gloria, de 1927 a 1957, en la que la competición llegó a conocerse como “La corsa piú bella del mondo”, la carrera más bonita del mundo, y que terminaron con el trágico accidente del Marqués de Portago. Un incidente que se llevó la vida del piloto, de su copiloto estadounidense, Edmund Nelson, y de nueve espectadores.

La Mille Miglia en la actualidad

En la actualidad, bajo el mismo nombre que le dio vida, Mille Miglia, se celebra cada primavera una carrera cuya intención es emular las sensaciones experimentadas por los participantes durante la etapa de esplendor. Con ese objetivo y con el de mantener viva la esencia de la competición, la norma por excelencia es que, los únicos coches autorizados son aquellos modelos que participaron entre 1927 y 1957.

En Motorflash ninguno de nosotros tiene la suerte de ser propietario de un Mercedes SL 300, de un Mercedes W11 280 SE 3.5 o de cualquiera de los coches permitidos. Sin embargo eso no nos ha desmotivado y nos hemos desplazado hasta Italia para asistir como espectadores.

La semana de la celebración abre sus puertas con las comprobaciones técnicas y administrativas. Todos los competidores tienen que tener la documentación al día y, una vez hechas las verificaciones, se reparten los dorsales y los libros de ruta. Es bastante habitual que acudan para participar personajes de la talla de Stirling Moss, Hans Herrmann o Jochen Mass lo que añade mucha expectación sobre quién será el ganador.

Aunque la mayoría de las carreteras por las que circulan son a tráfico abierto y tienen que obedecer los límites de velocidad, por suerte, todavía quedan tramos en los que pueden pisarle a fondo y hacer gala de su destreza; como si estuvieran de vuelta en la época en la que todo estaba permitido. Ahí es donde se concentra toda la adrenalina y la Mille Miglia original vuelve a cobrar vida.

El trayecto de esta edición, que dio comienzo el 19 de mayo, les ha llevado por ciudades como Ferrara y Ravenna con dirección hasta Rimini. De Rimini a Roma y de Roma a Parma, pasando por Firenze, Bolonia y Módena. Por último, desde Parma, volvieron a toda prisa a Brescia con la esperanza de ser los campeones –gloria que solo podrá disfrutar uno–  y/o de haber mejorado la marca del año anterior.

Fuente: 1000miglia.eu, Elpais.com, Escudería.com.

Aquí os dejo una exposición de los coches que participaron en la Mille Miglia.

¿Podríais decirnos de qué modelos se trata?